Biodanza y Familia

Integración Afectiva de la Familia
Taller Padres e Hijos
SENTIR - JUGAR - CREAR

Madres y Padres enfrentan diariamente un dilema. Como transmitir valores y poder enseñar la expresión clara de sentimientos y afectos.  Constatan deficiencias o distorsiones para realizar estos pasos corriendo el riesgo de caer en el autoritarismo o por el contrario caer en la permisividad por la dificultad de poner límites

A partir del intercambio entre la valoración que recibimos  del medio y de nosotros mismos, podemos establecer límites claros dentro y fuera de nosotros, aceptar al otro en sus diferencias, sus virtudes y defectos, vale decir en su singularidad.

Desde las primeras relaciones que establecemos,  constituimos nuestra primera visión del mundo a través de los ojos de nuestros padres o de aquellas personas con la cual establecemos el apego. Es un proceso afectivo, biológico, de lenguajes no verbales, que nos permitirá crecer y buscar caminos para alcanzar nuestros propios logros.

Los padres pueden asumir el desafío de educar a sus hijos como como seres humanos completos. Capaces de en convertir todo en aprendizaje, verlo como una oportunidad que da la vida para aprender, tener tolerancia a la frustración. Adaptarse a las situaciones nuevas, mirarlas como nuevas aventuras que nos plantean otros desafíos

A través de las vivencias se refuerzan conceptos básicos sobre el significado de la relación padre- madre- hij@.

-La comunicación más allá del lenguaje verbal.

-La empatía desde la vivencia de sentir y moverse como otros.

-El rol de padre como formador, cuidador y transmisor del conocimiento.

-El rol del hijo como receptor activo y contestatario de este conocimiento.

-La igualdad que trasciende los roles, al estar en un mismo camino de desarrollo, cambio y crecimiento continuo.

-El vínculo más allá de la presencia física, la dimensión espiritual.

-La relación con la naturaleza, y la relación en el hilo histórico de nuestra humanidad.

Creemos que la herramienta que nos entrega la Biodanza es maravillosa, ya que al ser vivencial nuestro ser está comprometido integralmente en el aquí y en el ahora, viviendo la experiencia, sin juicios, sin pasado, sin futuro, viviendo la emoción y la sensación, a través de crear un espacio de respeto y confianza que facilita nuestra apertura.


“La creación de un espacio en que la vida vuelve nuevamente al centro, renacen los vínculos. Volvemos al Ser. Tanto hijos e hijas, padres y madres, se sienten vistos amados, contenidos y reconocidos”.                       




Entrevista de TV en el programa "Tiempo en Familia", 
con la Doctora Josefina Luna
Marzo 2015